Uno de los conceptos fundamentales en la física es la electricidad. Aunque se conocían desde tiempos antiguos, no fue hasta finales del siglo XVIII que comenzaron a ser explicados de manera sistemática. Fue solo a mediados del siglo XIX cuando se descubrió su estrecha relación con otro fenómeno natural común: el magnetismo.
Contents
La electricidad en la naturaleza
La carga eléctrica es una propiedad fundamental de la materia. Aunque durante mucho tiempo fue difícil comprender sus manifestaciones, los antiguos filósofos griegos ya habían observado cómo una barra de ámbar frotada podía atraer pequeños trozos de paja u otros materiales ligeros (fenómeno conocido como electrización por frotamiento). Este descubrimiento ocurrió alrededor del año 600 a.C. y sentó las bases para el estudio posterior de la electricidad.
La electricidad y los fenómenos magnéticos están presentes en diversos aspectos de nuestra vida cotidiana, desde las tormentas hasta la radiación solar e incluso en el funcionamiento del cerebro humano. Estas propiedades eléctricas se utilizan ampliamente en diferentes campos de actividad, convirtiendo a la electricidad en una forma esencial de consumo y transporte de energía.
Debido a su propiedad eléctrica, los objetos físicos se dividen en conductores, que permiten el flujo de electricidad con facilidad, y aislantes o dieléctricos, que ofrecen una alta resistencia al paso de la corriente. Los semiconductores se encuentran en un punto intermedio entre estas dos categorías.
Cargas eléctricas
La carga eléctrica es fundamental en el estudio de la electricidad. Se presenta en dos formas, conocidas como cargas positivas y negativas. Las cargas del mismo signo se repelen entre sí, mientras que las de signos opuestos se atraen mutuamente.
La carga eléctrica de un cuerpo o objeto es la suma de las cargas de sus componentes más pequeños, como moléculas, átomos y partículas elementales. Esto significa que la carga eléctrica está dividida en unidades discretas. Además, estas cargas pueden moverse o intercambiarse entre los objetos sin alterar la cantidad total de carga (ley de conservación de la carga).
En condiciones normales, los objetos materiales tienen cargas eléctricas mínimas que se encuentran compensadas, lo que significa que son eléctricamente neutros. Sin embargo, para que un objeto material adquiera una carga eléctrica es necesario aplicarle alguna acción externa.
La carga eléctrica de un objeto puede ser modificada al eliminar las cargas de un signo y mantener las del signo opuesto. Esto resulta en que el objeto adquiere una carga eléctrica total distinta a cero.
La ley de las cargas eléctricas: ¿Qué establece?
La ley de cargas nos dice que las cargas eléctricas del mismo signo se repelen, es decir, se empujan entre sí. Por ejemplo, si tenemos dos cargas positivas y las acercamos, notaremos que se alejan una de la otra. Esto ocurre porque tienen el mismo tipo de carga y por eso experimentan una fuerza de repulsión.
Por otro lado, las cargas eléctricas de signos opuestos se atraen mutuamente. Si tenemos una carga positiva y una carga negativa y las colocamos cerca una de la otra, veremos cómo se mueven hacia el otro. Esto sucede debido a que los diferentes tipos de carga generan fuerzas electrostáticas atrayentes.
Ley de Coulomb y fuerza eléctrica
La electrización y la conducción son fenómenos que pueden ser explicados a través de las fuerzas eléctricas. Cuando hay dos cargas cercanas entre sí, se generan fuerzas electrostáticas. Estas fuerzas actúan sobre partículas cargadas pequeñas, consideradas como puntuales, y se cumplen bajo ciertas condiciones.
La fuerza entre dos cargas eléctricas tiene una dirección que se encuentra en línea recta imaginaria que conecta las dos cargas. Cuando las cargas tienen signos opuestos, la fuerza ejercida sobre una carga apunta hacia la otra, lo cual se conoce como fuerza atractiva. Por otro lado, cuando ambas cargas tienen el mismo signo, la fuerza actúa en sentido contrario a la carga, lo cual se denomina fuerza repulsiva.
Representación gráfica de las fuerzas electrostáticas. En la figura (a) se observan dos cargas del mismo signo, ya sea positivo o negativo; mientras que en la figura (b) una carga es positiva y la otra es negativa.
¿Qué significa carga eléctrica?
Una carga eléctrica es la cantidad de electricidad que tiene un objeto y puede ser positiva o negativa. Esto se debe a un exceso o falta de electrones en el objeto. Por ejemplo, si un objeto tiene más electrones de los necesarios, tendrá una carga negativa, mientras que si le faltan electrones, tendrá una carga positiva.
Cuando un objeto tiene una carga eléctrica, produce campos electromagnéticos a su alrededor. Estos campos son invisibles pero tienen influencia sobre otros objetos cercanos con cargas eléctricas diferentes. Si dos objetos con cargas opuestas están cerca uno del otro, se atraerán entre sí debido a la interacción de sus campos electromagnéticos.
Por otro lado, si dos objetos tienen la misma carga (ya sea positiva o negativa), se repelerán mutuamente y tratarán de alejarse el uno del otro. Esta interacción entre las cargas eléctricas es descrita por la Ley de Coulomb, que establece cómo varía la fuerza entre dos cargas en función de su magnitud y distancia.
Ley de Coulomb
La ley de Coulomb es el principio fundamental que rige las fuerzas eléctricas entre cargas. Según esta ley, la fuerza de atracción o repulsión entre dos cargas puntuales depende del producto de sus valores y se reduce a medida que aumenta la distancia entre ellas.
La constante de proporcionalidad K se establece de la siguiente manera:
La constante e0, conocida como permitividad eléctrica del vacío, tiene un valor de 8,8542·10 -12 C 2 /N·m 2.
Significado de la carga en Coulomb
El coulomb es la unidad de carga eléctrica en el Sistema Internacional (SI). Esta magnitud se deriva del ampere, que es la unidad de corriente eléctrica. En términos simples, un coulomb representa la cantidad de carga que fluye a través de un conductor en un segundo cuando la corriente es igual a 1 ampere. Es importante destacar que el coulomb no solo se utiliza para medir cargas en movimiento, sino también para describir las cantidades totales de carga presentes en objetos.
P.S. El uso del coulomb como unidad estándar nos permite cuantificar y comparar diferentes niveles de carga eléctrica con precisión. Además, esta medida resulta fundamental para comprender fenómenos electrostáticos y aplicaciones prácticas como el diseño de circuitos electrónicos o el estudio del comportamiento electromagnético.
P.S. La comprensión adecuada del concepto de carga eléctrica y su relación con el coulomb resulta crucial tanto desde una perspectiva teórica como práctica dentro del campo de la física.
Proceso de generación de carga eléctrica
1. Carga eléctrica por frotación: Al frotar dos cuerpos entre sí, es posible transferir electrones de uno a otro, lo que resulta en la generación de carga eléctrica en ambos objetos.
2. Carga eléctrica por inducción: Este método no requiere contacto directo entre los objetos para generar carga eléctrica. En cambio, un objeto cargado se acerca a un conductor neutro y provoca una redistribución temporal de las cargas dentro del conductor, creando así una separación de cargas y generando electricidad estática.
Estos son solo algunos ejemplos de cómo se puede generar carga eléctrica mediante diferentes procesos físicos. La comprensión y aplicación adecuada de estos conceptos son fundamentales para entender fenómenos electrostáticos y leyes como la Ley de Coulomb.
Medición de la carga eléctrica
La corriente eléctrica es una magnitud que se utiliza para medir el flujo de carga eléctrica en un circuito. En Chile, la forma más común de medir esta corriente es mediante el uso de un amperímetro. Este dispositivo se conecta al circuito y nos proporciona información sobre la cantidad de Amperios que está circulando por él.
El amperímetro es un instrumento muy útil para los electricistas y técnicos en electrónica, ya que les permite conocer con precisión la intensidad de corriente presente en un circuito. Esto resulta fundamental a la hora de realizar instalaciones eléctricas o diagnosticar posibles problemas en los sistemas.
Para utilizar correctamente el amperímetro, es necesario conectarlo adecuadamente al circuito. Se debe abrir el circuito e insertar el amperímetro en serie, es decir, colocarlo en línea con los componentes del mismo. De esta manera, toda la corriente pasará a través del instrumento y podrá ser medida.
Es importante tener precaución al manipular un amperímetro, ya que este puede presentar riesgos si no se utiliza correctamente. Es recomendable seguir las instrucciones del fabricante y contar con conocimientos básicos sobre electricidad antes de utilizarlo.